El planeta pide ayuda a gritos y cada día lo demuestra de maneras más radicales y extremas. ¿Cómo? Con cambios en la temperatura global del planeta, más sequías o lluvias torrenciales más violentas y que causan más daños de lo usual.
Y es precisamente por ello, por lo que las empresas de todo el mundo deben empezar a apostar por materiales reciclables, que no contaminen y puedan tener una vida útil más larga sin generar tanto residuo.
Se acabó el usar y tirar.