Conoce algo más sobre los expositores

Los expositores forman parte de nuestra vida en todas partes. Como consumidores los encontramos en todos los establecimientos a los que acudimos, ya sea ofreciendo información o tratando de llamar la atención para vender algo.

Si además se tiene una empresa, los expositores forman parte de todas las campañas que se realizan ya que son uno de los comodines más básicos en cualquier tipo de promoción. Como diseñarlos, qué materiales usar o para qué productos usarlos serán algunas de las preguntas constantes que tendremos que contestar sobre ellos.

Sin embargo, no solemos pararnos a pensar demasiado sobre ellos y por eso queremos darlos a conocer un poco más a través de este artículo que esperamos que resulte, cuanto menos, curioso.

Los expositores y su uso

Los expositores existen desde siempre. Posiblemente, desde el momento en el que algún ancestro utilizó una piedra para colocar algo sobre ella para que otras personas pudieran verlo mejor.

Con el paso del tiempo, los expositores han evolucionado mucho tanto en lo que se refiere a la diversidad de materiales con los que se fabrican como en sus formas y en sus diseños. La aparición de nuevos materiales siempre ha influido en la fabricación de los expositores.

También los cambios en los lugares de venta. No es lo mismo diseñar un expositor para un puesto de mercado en la calle que para un centro comercial, aunque el objetivo siempre va a ser el mismo: lograr destacar el producto sobre todos los demás que se muestran para la venta.

En los primeros mercados se utilizaban cestas de diferentes tamaños para colocar las frutas y verduras y que los compradores pudieran ver todas las mercancías que se ofrecían de un solo vistazo. Es exactamente lo mismo que hoy en día se hace en cualquier verdulería o frutería de barrio en las que toda la mercancía se coloca de manera que pueda verse e incluso tocarse si hablamos de un autoservicio.

Estas cestas eran las mismas en las que se transportaba la mercancía tanto de casa para el mercado como a la inversa. Y eso es algo que sigue sucediendo actualmente con los expositores que sirven también como envase para el producto.

La evolución del comercio, junto con la de los materiales, son la razón de los diferentes tipos de expositores que encontramos hoy en día y que no han variado tanto, en esencia, con los que se podían encontrar hace un siglo.

Tipos de expositores

expositores

Hay muchos tipos de expositores diferentes, según se quieran clasificar. Esta es una de las muchas clasificaciones que podrían hacerse, una sencilla y básica.

  • Expositores tótem. Son expositores de gran tamaño que buscan llamar la atención del consumidor porque saltan a la vista muy fácilmente. En algunos casos tienen los productos en su interior, en otros son un simple reclamo visual.
  • Expositores de pie. Son expositores de gran tamaño también, con un soporte de pie, pero que en este caso suelen tener diferencias con los tótem porque se trata de expositores pensados para mostrar la mercancía aprovechando mejor los espacios. Es el caso de los expositores para gafas de sol o de aquellos utilizados para maquillaje.
  • Expositores de sobremesa. Son los que se colocan sobre las estanterías de los comercios o sobre los mostradores. Son los más utilizados ya que tienen un tamaño más pequeño que permite colocarlos en cualquier parte. Muchas veces, estos expositores se usan también para transportar la mercancía y, tras cortarlos por las líneas troqueladas, se convierten en el expositor que se coloca en el estante del establecimiento facilitando así en gran medida la reposición.
  • Displays. Se trata de los expositores más pequeños cuya función suele ser la de ofrecer folletos informativos. Suelen colocarse en los mostradores en los puntos de información para que el cliente pueda tomarlos y ver qué ofertas hay o qué información quieren facilitar.

Los materiales

Los materiales con los que se realizan los expositores pueden ser muy variables y en su elección entran varios factores:

  • El tipo de producto. No es lo mismo exponer un producto que pesa o que tiene unas características muy concretas que otro ligero y que se vende rápido.
  • El tipo de expositor. Estamos acostumbrados a los expositores desechables, pero no todos lo son. Muchos están planeados para durar mucho tiempo, siendo incluso parte del mobiliario de la tienda. Pero, sin llegar a tanto, pueden reponerse los productos en estos expositores durante campañas muy largas.
  • El factor económico. También es muy importante, ya que si se buscan expositores muy baratos entonces hay que recurrir a los cartones, pero si se quiere invertir más para conseguir un determinado objetivo hay más opciones en el mercado.
  • La ecología. Es un punto que tiene mucha importancia en los últimos años. Se trata de elegir materiales ecológicos que sean reciclables y poco contaminantes.

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