Dicen que niños y gatos tienen una cosa en común, ambos suelen disfrutar más con la caja de cartón del juguete que con su contenido propiamente dicho. Y es que la imaginación de los más pequeños puede convertir un embalaje en cualquier objeto que imagine, sobre todo si cuenta con la complicidad de un adulto que todavía conserva esa parte de niño en su interior.
Una caja puede convertirse fácilmente en una casa de juegos, en un coche en el que pasear o incluso en un fuerte del antiguo oeste en el que vivir asaltos y asedios de todo tipo. ¿Quién ofrece un juguete mejor?
Pero incluso para los adultos, el cartón ofrece todo tipo de entretenimientos y posibilidades y no hay más que ver la cantidad de tutoriales en internet que nos enseñan a construir una lámpara a partir de una huevera o una estantería a partir de unas cajas que iban a acabar en el contenedor de reciclaje.
Y sí, todos sabemos que son cosas baratas y que se pueden comprar fácilmente, pero ¿acaso ofrece algo comprado la misma satisfacción que algo que hemos creado con nuestras propias manos? Por no hablar del placer de reciclar y saber que se le está dando una nueva vida a ese cartón.
Jugar con cartón
El cartón, utilizado para ocio y entretenimiento cada día nos ofrece nuevas posibilidades. Ya no se limita tan solo a los juegos recortables de nuestra infancia, en la que aprovechábamos una caja para pintar una plantilla y construir todo tipo de juguetes efímeros.
Hoy, hay alternativas tan ecológicas como juegos de construcción realizados con bloques de cartón en lugar de los clásicos bloques plásticos. Igual de divertidos e incluso más seguros para los niños ya que no hay que preocuparse del peligro de que se traguen una pieza demasiado pequeña o de que se rompan apareciendo filos cortantes.
Pero no solo los niños se divierten con el cartón y sus posibilidades, sobre todo si hacemos caso de las grandes cifras de ventas de las gafas de cartón para poder ver en tres dimensiones. Estas gafas se venden al mejor estilo bricolaje, una plancha de cartón troquelado que hay que recortar, plegar y montar para convertirlo en estas divertidas gafas.
De este modo, por unos pocos euros, se tienen estas gafas tan de moda y que no solo divierten a los más geeks, sino que parecen estar calando en cualquiera que tenga un poco de curiosidad y unas monedas sueltas en el bolsillo.
Expositores en cartón
El sistema de funcionamiento de los expositores de cartón es muy similar al de estas gafas. Los expositores son en muchos casos parte del embalaje del producto y, al abrirlos, se convierten fácilmente en el expositor.
En otros casos, se trata de planchas de cartón que abultan muy poco y pesan todavía menos y que una vez montadas se convierten en grandes expositores de pie que soportan el peso de una gran cantidad de productos y que permiten desde realizar promociones puntuales muy llamativas hasta ofrecer un artículo en una situación privilegiada de la tienda durante cierto tiempo.
En cualquier caso, por su precio, su gran variedad de diseños y su facilidad de manejo, estos expositores se han convertido en una de las opciones favoritas de los vendedores y también en una de las maneras más sencillas que el cliente tiene para conocer un producto y poder verlo, probarlo o tocarlo de manera directa, sin tener que pedir la intercesión de ningún vendedor.
Y es que comercialmente es muy diferente tener que pedir al empleado que nos saque pruebas de un producto, por ejemplo de un perfume, que poder nosotros mismos cogerlo en la mano, mirarlo y decidir qué olores queremos probar antes de comprar, solicitando el consejo del profesional solo si resulta necesario.
Está demostrado que el cliente se siente más libre de probar y de usar algo que está a mano que si lo tiene que pedir, por lo que las posibilidades de que acabe comprando algo tanto planeado como por impulso, son mucho mayores si se le permite acceder libremente a los muestrarios.
Expositores personalizados
La gran variedad de expositores de cartón que actualmente hay en el mercado se debe a que el cartón permite diseños de todo tipo, desde los expositores de pie hasta los más pequeños que se sitúan sobre el mostrador.
El cualquier caso, la imagen de la marca puede tener un gran protagonismo, pudiendo elegir los colores y la tipografía de la misma y creando diseños cada vez más novedosos y llamativos ya que se trata de ir siempre un paso por delante y de sorprender al comprador.
Por eso, en Promoción PLV trabajamos codo con codo con nuestros clientes, ofreciendo modelos muy diferentes de expositores, todos totalmente personalizables y permitiendo incluso la creación de diseños originales y diferentes con lo que se sientan identificados y que encajen en su política de marketing.
