Los expositores de cartón y plástico ofrecen grandes posibilidades, especialmente si no están destinados a campañas publicitarias temporales, sino que aspiran a tener un hueco más permanente en el lugar de venta al que van destinados.
Estudios de expertos en publicidad indican que las compras compulsivas de último momento, las que se realizan en la caja al pagar, son una parte importante en las ventas de determinados productos, especialmente aquellos que tienen un precio bajo y que suponen un pequeño capricho.
Un ejemplo son las chuches que se presentan al lado de las líneas de caja en los supermercados. Niños y adultos no pueden evitar sentirse tentados al ir a pagar y acabar comprando una bolsa de dulces que no estaba en su lista de la compra.
También se emplea este método con otras pequeñas cosas que a menudo se olvida coger en el supermercado, como pilas, y que de este modo se recuerdan justo en el momento de pagar, con lo que el cliente no se va a parar a comparar precios ni a pensarlo demasiado.
Este tipo de productos se adaptan al tipo de local en el que se colocan, por ejemplo, en una farmacia además de caramelos balsámicos se pueden ofrecer chupetes para el bebé o toallitas húmedas; en una tienda de cosmética las toallitas desmaquilladoras y en una papelería bolígrafos.
Expositores de cartón y plástico de larga permanencia
Es habitual que estos expositores tan tentadores estén en un punto durante bastante tiempo. Algunas marcas, incluso, pagan un dinero a las grandes superficies para que tengan sus productos en ese privilegiado lugar, sabiendo que esto les va a reportar un incremento en las ventas.
Los expositores pensados para estas estanterías no pueden ser tan efímeros como los de cartón sencillo que se utilizan para promociones puntuales, deben de ser un poco más llamativos y además permanentes. Pero sin dejar de invitar al cliente a echar la mano y coger uno de los productos que ofrecen.
Por eso, los expositores de cartón y plástico suelen ser una estupenda opción. Su precio no es elevado, pero el plástico los hace mucho más resistente que los expositores de cartón sin más o que los embalajes expositores y además, el plástico permite que se añadan al diseño ganchos y perchas de las que colgar los productos, haciéndolos todavía más visibles y más tentadores.
Un producto situado en una estantería, hacia el fondo de la misma, no se ve tanto como uno que está colgado de un expositor, ofrecido, invitando a que se coja. No solo se hace mucho más visible, sino que psicológicamente, esta técnica resulta también mucho más atractiva.
Expositores de cartón y plástico en comercios más pequeños
Los expositores de cartón y plástico se pueden utilizar también en comercios más pequeños para ofrecer productos que se venden de manera habitual. No se trata tanto de tentar al cliente a que realice una compra impulsiva, como de invitarlo a que compre esta marca antes de otras que pueden estar menos visibles.
Por ejemplo, si se acude a comprar unas gafas de sol a una tienda de complementos, el cliente suele preferir antes a un expositor en el que pueda ver todos los modelos cómodamente expuestos y además cogerlos y probarlos que pedir a un dependiente que les facilite el modelo que les ha gustado en un mostrador.
Estos expositores de cartón y plástico con ganchos para colgar los productos satisfacen al modelo de comprador más independiente, al que le gusta mirar a su aire y decidir sin que se les pregunte. Pero también al consumidor de más edad, que suele preferir de la ayuda de un dependiente que le ofrezca su opinión sobre los artículos.
En cualquier caso, los que se encuentran mejor expuestos siempre recibirán más atención y más miradas, siendo consecuentemente los más vendidos y no hay que ser un experto en marketing para darse cuenta de ello.
Informar, persuadir y recordar
En marketing de ventas se dice que las tres máximas de la publicidad en punto de venta son informar, persuadir y recordar. Todas ellas se cumplen perfectamente con los expositores de cartón y plástico.
Informar: Pueden ofrecer al cliente información por sí mismos, ya que muestran el producto, la marca y en algunos casos cuentan con probadores. Pero también pueden ofrecer información adicional cuando la campaña así lo requiere mediante la utilización de displays con folletos informativos situados en el propio expositor.
Persuadir: Las campañas publicitarias, las promociones y la publicidad en general tienen como misión persuadir al consumidor de que lo que ofrecen puede satisfacer sus necesidades, incluso haciéndoles conscientes de que estas existen.
Recordar: Tal como comentábamos con el ejemplo de las pilas, un expositor estratégicamente situado puede recordar al consumidor que es el momento de comprar un producto del que quizás se había olvidado durante la compra.