Expositores para exterior

En verano hay que tener en cuenta la realización de expositores para exterior, que son bastante más utilizados que en invierno. El buen tiempo garantiza poder tenerlos fuera sin que ocurran accidentes y haya que ir corriendo a retirarlos.

Generalmente, estos expositores para exterior suelen ser expositores de pie, que se aguanten sobre una buena base que no caiga con facilidad y que se puedan situar en la puerta del establecimiento para que los clientes vean el producto. Normalmente, no son expositores en los que se pueda recoger el producto, solo el lugar en el que este se promociona.

Evidentemente, esto se hace en aquellos establecimientos que pueden tener una zona fuera privada en la que poner los expositores, como tiendas con aparcamiento delante o gasolineras.

expositores para exterior

Expositores para exterior con catálogo

Los expositores para exterior con catálogo son, probablemente, los más adecuados para la mayoría de las tiendas. Se trata de expositores en los que el cliente puede ojear las ofertas de la tienda, por poner un ejemplo, o lo que una marca en concreto ofrece en el interior.

Esto permite que el cliente pueda escoger de antemano qué cosas quiere ver con más detenimiento y se sienta más inclinado a buscarlas. Esto tiene una ventaja clara para el establecimiento y es que el comprador no estará largo rato deambulando sin saber bien que comprar. Para la marca, tendrá la ventaja de que podrá convencer de antemano a los clientes para que compren sus productos, anticipándose a los expositores de otras marcas.

expositores de pie

Para el cliente también es cómodo poder ver catálogos y precios en el exterior y acudir a comprar con ideas fijas. En cierto modo, les recuerda a seleccionar productos por Internet ya que no tienen que andar todos los pasillos o comparar precios en el interior, pudiendo realizar la compra mucho más rápido.

Se recomienda que el expositor para exterior se refuerce con otro expositor en el interior que recuerde la oferta, para que una vez dentro el cliente no se disperse ante otros estímulos y se olvide de su primera intención.

Expositores para exterior con muestras

Algunos expositores para exterior tienen muestras del producto que el cliente puede probar. Perfumes, gafas de sol o productos de maquillaje son algunos de los expositores con muestras que se pueden dejar en el exterior para que quien pase, los pruebe.

En cualquier caso hay que tener cuidado de que ni el expositor ni el producto se alteren. Por ejemplo, si están al sol, los expositores para exterior pueden acabar perdiendo el color o los maquillajes estropeándose. Esto no debe de ocurrir ya que la imagen que darán será negativa y perjudicial para la campaña en lugar de beneficiosa.

promoción en punto de venta

Por eso, si se crean expositores para exterior deben de ser resistentes al sol y solo con productos que no se vayan a deteriorar si les da el calor durante bastante rato. De lo contrario, la imagen que ofrezca un expositor sin color o la de unas barras de labios derretidas, será cualquier cosa menos una invitación a comprar.

Los expositores de cartón plastificado y reforzado pueden ser perfectos para el exterior, pero se suelen recomendar combinarlos con metacrilato para que de este modo sean mucho más resistentes.

Si se realizan exclusivamente en cartón es bueno que cada cierto tiempo se cambie el expositor por uno en perfectas condiciones para que la imagen sea siempre impecable.

Expositores para exterior cerrados

Son expositores para exterior que funcionan como vitrinas, permitiendo que se pueda ver el producto pero sin dejar que el consumidor pueda cogerlo. En algunos casos, incluso se permite que el cliente pruebe el objeto, como en el caso de las gafas de sol con sistemas de antirrobo, pero no puede llevárselo del expositor.

Cuando se desea comprar algo, el cliente debe de ir al interior de la tienda y solicitar lo que quiere para que sea el dependiente el que se lo despache. Esto es un poco más incómodo que poder cogerlo e ir a caja a pagar, pero también es más seguro ya que al estar en el exterior de la tienda los sistemas de alarma de la puerta no podrá detectar si alguien se lleva algo sin pagar.

Solo en el caso de objetos de poco valor como tarjetas postales hay costumbre de permitir que el cliente pueda cogerlas en el exterior del local y entrar luego a pagarlas, ya que se supone que ante algo de tan poco valor nadie se irá sin pagar. Y en caso de que lo haga, tampoco supondrán graves pérdidas.

En algunos establecimientos que, por su condición tienen una gran área exterior que quiere ser aprovechada, hay un dependiente ocupándose de la misma o un sistema de seguridad por cámara para disuadir a los clientes de llevarse las cosas sin pasar a abonar el precio.

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